Dr. Luis Mejía - INDICASAT AIP
Investigador y Coordinador del Centro de Excelencia en el Descubrimiento de Drogas (CEDD) del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT AIP); el Dr. Mejía nos recibió en su laboratorio para conversar sobre los avances del proyecto “Aprovechamiento de los microbios nativos en el sector agrícola de conformidad con el Protocolo de Nagoya”, en el cual participa estudiando el microbioma de los cafetales para el control biológico de la roya del café, enfermedad que afectan este cultivo a nivel mundial; con el propósito de ayudar a manejar la enfermedad de una manera amigable con el ambiente.
El proyecto se desarrolla en colaboración con el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF); y tiene tres componentes: desarrollo de un producto para la industria de protección de las cosechas; facilitar el acceso, beneficios compartidos y conservación de la biodiversidad y seguimiento y evaluación con enfoque de género. Se desarrolla en los distritos de Boquete, Tierras Altas y en las zonas de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad y el Parque Nacional Volcán Barú.
Nos impresionó su facilidad de palabra, amor por la ciencia y elevados conocimientos. Biólogo egresado de la Universidad de Panamá en el 2002; obtuvo el grado de Ph.D. en Biología y Patología de Plantas en Rutgers University, New Jersey, en 2009; y realizó entrenamientos postdoctorales en The Pennsylvania State University y en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales. Dentro de sus proyectos de investigación destacan el estudio de la interacción entre genética y defensas de la planta, clima, y dinámica temporal de sus microbiomas en los cultivos de café y cacao.
De forma muy didáctica, el Dr. Mejía nos explicó que el “microbioma” se refiere a la totalidad de microorganismos, sus elementos genéticos (genomas), e interacciones, en un ambiente en particular; en este caso, en la planta de café. Son las bacterias, hongos y otros microorganismos que viven en el cafeto. Una sola hoja de café puede albergar cientos de microbios. Los que viven dentro de los tejidos de la planta se llaman endófitos. Algunos de estos microbios pueden afectar a la planta negativamente; pero otros resultan beneficiosos. El Dr. Mejía y su equipo de trabajo vienen investigando desde hace un tiempo estas comunidades de hongos endofíticos y su potencial para proteger cosechas de enfermedades como la roya, a través del control biológico. Conocimos también que el control biológico se refiere al uso de un organismo para suprimir la actividades y poblaciones de otro organismo que resulta perjudicial. Cuando el “enemigo” es un patógeno que afecta la cosecha, se puede utilizar el microorganismo beneficioso previamente identificado para impedir o controlar su crecimiento.
“El objetivo de investigación del proyecto GEF en el cual estamos participando junto al Dr. Marcelino Gutiérrez, también de INDICASAT; implica la utilización de un recurso natural de Panamá para la protección de cultivos de importancia agrícola para el país, como son los cafés especiales”. “El control biológico con hongos endófitos aislados de cafetales en Panamá nos permitirá utilizar especies biocontroladoras mejor adaptadas a las condiciones de nuestro país y disminuir el uso de agroquímicos convencionales, que contaminan nuestro ambiente y pueden afectar la salud de las personas”, expresó.
La parte científica del proyecto que desarrollan en INDICASAT utiliza conocimiento ecológico y químico para encontrar soluciones prácticas para el control biológico de la roya del café; utilizando hongos endófitos del microbioma del cafeto. Estos hongos producen de manera natural sustancias antifúngicas que defienden a la planta del café de sus enemigos naturales.
Gracias al avance en estas investigaciones ya han logrado muy buenos resultados in vitro y tienen un producto que será probado próximamente en campo. Los resultados prácticos y el producto final de este proyecto, beneficiará a los caficultores, que podrán disponer de un producto nacional, eco-amigable; para el control de la principal plaga de sus cultivos.
Katherine Araúz Ponce
Bióloga, egresada de la UNACHI; con una Maestría en Manejo y Conservación de Bosques Tropicales en el CATIE, en Costa Rica y cursa el Doctorado en Silvicultura y Recursos Naturales, con especialidad en Ciencias de la Vida, en Warnell School of Forestery and Natural Resources de la Universidad de Georgia.
Actualmente realiza una investigación en Aves en Paisajes Cafetaleros. Esta investigación es parte del programa “Café amigable con las aves” (Bird Friendly Coffe), del Centro Smithsonian de Aves Migratorias, que tiene su sede en Washington. Una de las cosas que quieren promover a mediano y largo plazo es tener una sede regional del Centro de Aves Migratorias en Panamá, con el apoyo de las facilidades que da el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales. Esperan igualmente que este estudio sea un piloto que pueda ser posteriormente replicable para el resto de la región.
La Certificación “Bird Friendly Coffe” tiene más de 20 años, y utiliza las aves como indicadores de cómo se encuentra el ambiente. “Si las aves están bien, esto quiere decir que el ambiente que compartimos con ellas es saludable; y, por ende, lo que consumimos. Incluso, hay evidencias de que la taza de café mejora”. Esta certificación utiliza criterios rigurosos para evidenciar que se está conservando biodiversidad, utilizando las aves como indicador. Actualmente este criterio es a nivel de finca. Para certificarse las fincas tienen que ser orgánicas, deben tener más de doce especies de árboles, arriba del 40% de cobertura arbórea, tiene que tener dos o tres estratos bien definidos (o sea, arbustos, arboles medianos y otros que sean arriba de los 12 m de alto.
Recientemente Panamá se incorporó al programa de investigación del Bird Friendly Coffee. “Como parte de este programa, estamos realizando por primera vez para Panamá, un estudio en fincas de café y bosques de tierras altas de Chiriquí; para evaluar cómo las aves están utilizando el café con sombra, el café bajo sol y áreas de bosques. Esta investigación es un primer paso para dar recomendaciones de manejo para conservar las aves en los paisajes cafetaleros en la provincia de Chiriquí. Los sitios que estamos estudiando se encuentran en Renacimiento, Boquete y Hornito”.
“A partir de este estudio se podrán generar las primeras recomendaciones sobre manejo de café para conservar aves, y no solo por ellas, sino por el bienestar de nosotros mismos”. Simultáneamente también se están haciendo estudios en Colombia y en Perú, para ajustar algunos de los criterios, y determinar cual sería el umbral mínimo para facilitar que los productores interesados puedan cumplir con ellos y certificarse.
Por otro lado, se está trabajando en una nueva certificación a escala de paisaje, considerando también aquellas fincas que tienen bosque privado dentro de su propiedad. Estudios recientes indican que algunas fincas, a pesar de tener cultivos de café bajo sol, pero conservan algunos parches de bosque primario, protegen más aves que dependen de esos bosques que si solamente tenemos fincas con sistema agroforestal.
La investigación que está en marcha permitirá establecer, a nivel de paisaje, cual es la configuración que necesitamos, en cuanto a tamaño y forma de ese bosque, y la cercanía con los vecinos; para poder crear la nueva certificación a escala de paisaje. Esta certificación beneficiaría a aquellos productores que a pesar de que no tienen café bajo sombra, sí están protegiendo los parches de bosque primario; evitando así que quieran migrar a cultivar debajo del bosque, deteriorando su integridad; lo cual disminuiría la biodiversidad en general, no solo las aves.
Esta investigación seguirá realizándose durante los próximos 4-5 años y será también parte de su doctorado, denominada “Scaling the Bird Friendly® Impact in the Chiriqui Highlands of Panama“, la cual es financiada por el Smithsonian Institution’s National Zoo and Conservation Biology Institute, Migratory Bird Center.
Raúl Martinez - PIEA, ACP
Licenciado en Geografía, egresado de la Universidad de Panamá, con Maestría en Geografía Ambiental, y en Cartografía, Sistemas de Información Geográfica y Teledetección en la Universidad de Alcalá de Henares. Es Supervisor de la Unidad de Servicios Ambientales de la ACP y Profesor de la UP. Coordina el Programa de Incentivos Económicos Ambientales (PIEA) de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
El PIEA se estableció en el año 2009 con el objetivo de proteger el recurso hídrico y los demás recursos naturales en la CHCP. Es un programa de múltiples componentes diseñado para atender la necesidad de cuidar las áreas boscosas, mejorar las zonas intervenidas y proteger los suelos de la cuenca canalera, para garantizar la existencia de agua para el consumo humano y para la operación de la vía interoceánica.
En el marco del componente agroforestal del PIEA, la ACP trabaja con los productores de café del área para aumentar sus superficies cultivadas y la producción de sus fincas. Al inicio, se debió luchar contra costumbres muy arraigadas en cuanto a métodos de producción, en los que la tala y quema estaban siempre presentes, y existía fuerte resistencia de parte de los productores que miraban con recelo las propuestas para mejorar la actividad. El arduo trabajo realizado de forma ininterrumpida por más de 14 años en conjunto con los beneficiarios, que poco a poco se han sumado a las propuestas para que sigan adelante con sus actividades productivas, pero acogiendo nuevos métodos que les permitan optimizarlas, al tiempo que protegen el recurso hídrico de la Cuenca; ha permitido lograr excelentes resultados. Se han incrementado las coberturas vegetales protectoras en la Cuenca, y se cuenta con beneficiarios capacitados y conscientes de la importancia de que sus actividades agropecuarias se realicen bajo un esquema ambientalmente sostenible.
El acompañamiento del PIEA busca que los caficultores trabajen de forma organizada; manejen la siembra, la producción y el tratamiento del café de una manera sostenible; la producción sea de alto rendimiento y la comercialización de café robusta sea exitosa. Simultáneamente, se desarrolla la labor de reforestación en terrenos que habían sido deforestados por actividades ganaderas.
Por medio del PIEA, se trabaja actualmente en una nueva fase para impulsar el desarrollo socioeconómico de la región, en la que se aprovechará el potencial de los paisajes de la zona y la actividad caficultora para crear circuitos agroecológicos que abrirán nuevas oportunidades para los habitantes de la zona.