Cuencafé
“Cuencafé” es el café producido por la Asociación de Caficultores de la Subcuenca de los ríos Cirí y Trinidad del Canal de Panamá (ACACPA), en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP). Las subcuentas de ríos como Cirí Grande y Trinidad son afluentes del Lago Gatún, el cual provee agua a los centros más poblados de la ciudad de Panamá, y es esencial para la operación del canal y para el tránsito de embarcaciones por la vía interoceánica.
La historia de este grupo de caficultores panameños, el impacto de su trabajo en la protección del recurso hídrico, y el nacimiento de la marca “Cuencafé”; está vinculada al Programa de Incentivos Económicos Ambientales (PIEA) de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el cual busca proteger la cobertura boscosa de la cuenca del Canal mediante estrategias de conservación y sostenibilidad.
En el 2013 nació la ACACPA, con el objetivo de facilitar la producción y comercialización de café en esta zona. La asociación nació gracias a la organización de los productores de café que ya sembraban el grano de manera tradicional, y que ahora procuran establecer una siembra sostenible y protectora del ambiente bajo la modalidad de agroforestería.
El programa incluye el establecimiento de café arbolado (bajo sombra), 833 plantones/ ha, con semillas de buena calidad genética, preparación de viveros comunitarios, manejo periódico de plantación (resiembras, podas, y control de plagas), instalación de cercas vivas, etc. Al finalizar el 2021 se habían sembrado 4,000 hectáreas de café́ a través del PIEA, bajo la modalidad de agroforestería, la cual les ha permitido mejorar el rendimiento por hectárea entre un 30% y 50%, de acuerdo con datos de los propios caficultores.
La producción se procesa en la planta torrefactora de la ACACPA. Esta planta procesadora fue el resultado del esfuerzo conjunto del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Fundación Natura, organismos financieros y de cooperación internacional (FOMIN-BID y el Banco Latinoamericano de Desarrollo- CAF), y de empresas privadas como Manzanillo International Terminal y Ricardo Pérez S.A., y del trabajo de medio centenar de voluntarios del Canal de Panamá (artesanos, albañiles, pintores, ebanistas, ingenieros, soldadores y sus dependientes).
El café cultivado en la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá ha alcanzado notoriedad entre los especialistas de café. Producen un café totalmente orgánico, de buen rendimiento y excelente sabor, de notas ahumadas y achocolatadas.
CUENCAFE es un producto especial por varias razones: es cultivado en armonía con el medio ambiente; protege los suelos de la cuenca canalera, garantizando así la existencia de agua para el consumo humano y para la operación de la vía acuática, y ha mejorado la calidad de vida de las familias productoras.
Elza Martínez , presidenta de ACACPA , expresa que “ somos conscientes que cultivando nuestro café estamos ayudando a conservar los recursos hídricos de Panamá ”: agua para dos millones de personas y para el tránsito de 13,000 barcos anualmente.
Mujeres Cafetaleras
Café sensible: En el distrito de Renacimiento, provincia de Chiriquí, en una remota zona cafetalera de Panamá fronteriza con Costa Rica, un grupo de mujeres trabaja en la producción de “café sensible”, con variedades de café tolerantes y resilientes al cambio climático y a la roya, como Obata, Tupi Marsellesa, Catuai SH3, Iapar, y adecuando sus fincas para que haya un equilibrio con los ecosistemas naturales, insertando nuevas prácticas sostenibles.
Renacimiento, es una zona de gran altura y con un microclima templado ideal para la producción de café de calidad, una de sus principales actividades económicas. Treinta mujeres unificaron aquí sus esfuerzos para iniciar la cosecha de su primera producción de café sensible, más resilientes ante el cambio climático. Para su producción utilizan pocos químicos —para evitar el deterioro del suelo—, en su lugar emplean abono orgánico. En sus fincas modelo utilizan sistemas agroforestales. Los árboles contribuyen a retener el agua, conservar la calidad del suelo, y mantener la biodiversidad. La variedad de aves e insectos polinizadores permiten darle continuidad a la vida del ecosistema.
Dentro del grupo participa la Sra. Digna Núñez, del área de Santa Clara; quien explicó que además de contribuir de forma resiliente contra el cambio climático, la actividad ofrece una oportunidad de negocio en el sector.
La iniciativa en Panamá surgió, luego de que Núñez participó en un convivio internacional con otras mujeres caficultoras. En ese encuentro se abordó sobre esta nueva tendencia y el impacto que conlleva en el ambiente, calidad de vida y seguridad alimentaria. “Pude ver que había mujeres en otros países que estaban organizadas y traje la idea. Somos productoras, tenemos viveros, tenemos buena mano e ideas para producir, claro que podemos tomar este reto”, señaló.
Se espera que en un periodo de dos a tres años se pueda obtener la primera cosecha, tomando en cuenta que las parcelas son relativamente nuevas. No obstante, Núñez explicó que el proceso no es fácil. Diariamente, ellas llevan un cronograma de actividades de limpieza, fertilización, control de enfermedades. Además, el programa de café sensible constituye un monitoreo para ver qué enfermedades atacan al cultivo y de allí tomar decisiones sobre los riegos.
El Ministerio de Ambiente lleva más de siete años orientando a las productoras en la búsqueda de las mejores variedades, de manera que puedan obtener buena productividad y resistir al cambio climático.
La Asociación de Productores de Café de Renacimiento (APRE) en la provincia de Chiriquí, creó en 2021 la Secretaría de la Mujer Cafetalera, ante el incremento de las mujeres en esta actividad y con el objetivo de darle mayor protagonismo en el sector. De esta forma, la APRE incentiva y prevé fortalecer la participación de la mujer y su familia porque son importantes en el proceso de la agroindustria del café, principal cultivo de esta región, resaltó Jorge Pitti, presidente de la asociación.